Alquilar e invertir tus ahorros es más rentable que comprar

El sueño de la casa propia es algo que nos han inculcado a todos desde pequeños. Hasta tal punto lo hemos asimilado, que no nos damos cuenta de que es un sueño que heredamos de generaciones anteriores, que crecieron y formaron su familia y patrimonio en un mundo totalmente distinto. Por eso hoy queremos proponerte detenernos y preguntarnos: tener una casa propia, ¿es un objetivo que valga la pena en la actualidad? Si bien es un tema en el que intervienen muchas cuestiones personales, en este artículo queremos contarte las razones por las que creemos que hoy la casa propia no es una inversión rentable. Te mostraremos algunas desventajas de comprar una propiedad y cómo podrías vivir mejor obteniendo mayor rentabilidad por tu dinero con una opción muy práctica como puede ser Quiena Automática.    

El aumento en el precio de las propiedades


Durante las últimas décadas, el precio de las propiedades no ha dejado de subir en todo el mundo. La situación es aún más compleja en América Latina, donde los precios han subido a una velocidad muy superior a la de los sueldos. Mientras que el sueldo promedio neto de un profesional ronda los US$ 1.200, el valor del metro cuadrado promedio es de US$ 2.500. Es decir que para acceder a un departamento de 50 m² se necesitarían nada menos que 104 sueldos. Por otro lado, el alquiler promedio de un departamento de esas características es de US$ 260 mensuales.  

En base a estos números, y teniendo en cuenta las distintas situaciones económicas de nuestros usuarios, creamos el caso imaginario de un profesional latinoamericano al que llamaremos Juan, y analizamos la historia de su patrimonio durante las distintas etapas de su vida.

Los primeros pasos de la vida profesional de Juan


Juan tiene 23 años, acaba de salir de la universidad y comienza su primer trabajo, por el cual recibe US$ 600 mensuales. Juan todavía vive con sus padres, por lo que sus gastos son bajos y tiene la posibilidad de ahorrar US$ 400 por mes. Siendo un chico responsable, se propone comenzar a ahorrar para la casa propia: un modesto monoambiente de 30 m², para lo cual necesitaría US$ 75.000. Después de hacer unos cálculos, rápidamente se desalienta: considerando que las propiedades aumentan en promedio 5% anualmente, necesitará 15 años para cumplir su objetivo. Pero Juan, aparte de ser un chico responsable, es un chico afortunado: tiene un buen amigo que le cuenta que en vez de simplemente acumular su plata y dejarla estancada en el banco, existe un método simple y efectivo para invertir desde su país en la Bolsa de EEUU y ganar dinero con su dinero. A lo que Juan responde diciendo que a él jamás se le ocurrió invertir en EEUU, ya que es un simple profesional y no un millonario. Pero el amigo le explica que ya no se necesita ser millonario ni contratar un agente de bolsa que cobra altas comisiones para invertir en EEUU, sino que existen sistemas automáticos de inversión que son mucho menos costosos, más accesibles y más efectivos.  

Motivado al ver que la inversión en Quiena Automática disminuye en 6 años el tiempo necesario para lograr su objetivo, Juan decide seguir el consejo de su amigo. Y así, mes a mes, deposita y deja que Quiena Automática invierta su dinero de la mejor manera, acercándolo cada vez más a su meta.

Juan se casa y continúa invirtiendo


Han pasado 7 años desde que Juan invirtió por primera vez en Quiena Automática. Ahora, ya con 30 años, ha logrado acumular US$ 50.000 en su cuenta de inversión. Está alquilando un monoambiente y ha hecho planes para casarse pronto. Si bien su futura pareja no ha podido ahorrar de la misma manera que él ni tampoco ha invertido su dinero, ha logrado acumular US$ 20.000. Es decir que entre los dos suman US$ 70.000. Calculan que con una pequeña ayuda de sus padres podrían comprar un departamento (¡el sueño de la casa propia!), pero entonces... Reaparece el amigo de Juan y le plantea lo siguiente: ¿Por qué no suman los US$ 20.000 ahorrados por la pareja de Juan a los de él y siguen invirtiendo? Si hicieran esto, podrían comprar algo más grande dentro de algunos años, y, además, evitarían endeudarse. La futura pareja de Juan, que tiene un pensamiento algo más conservador, tiene dudas y plantea que el departamento también es una inversión, que se apreciará con el tiempo y que además les permitirá ahorrar el alquiler. El amigo, una vez más, les muestra por qué es conveniente seguir invirtiendo con Quiena Automática en lugar de comprar el departamento.

De esta manera, no solo obtendrán más dinero al invertir sus ahorros, sino que también podrán alquilar una mejor propiedad. Es decir, no solo lograrán un mayor patrimonio, sino que tendrán una mejor calidad de vida en el presente. Viendo las ventajas de esta alternativa, Juan y su pareja hacen cuentas y deciden lo siguiente: de los US$ 1.000 mensuales que pueden ahorrar entre ambos, destinarán US$ 250 para alquilar un departamento mejor, y el resto lo invertirán con un portafolio moderado de Quiena Automática, junto a los US$ 70.000 que ya tenían.  

Y así lo hacen durante 10 años, alcanzando un ahorro de US$ 330.000 en su cuenta de inversión.  

Juan y su pareja forman una familia (y continúan invirtiendo)


Diez años después, ya con 40 años y 2 hijos, a Juan y su pareja se les plantea nuevamente el dilema de comprar o no una propiedad. A esta altura, gracias a sus inversiones, han acumulado una suma considerable, con la cual podrían acceder a un departamento similar al que alquilan actualmente, de 90 m². Pero como ya se sienten más cómodos con la dinámica de los mercados y confiados en la capacidad de Quiena Automática para invertir su dinero de la forma más óptima, deciden continuar invirtiendo. Con un poder de ahorro mayor, de US$ 1.500 mensuales, deciden destinar US$ 500 a alquilar una casa más grande, de 120 m², e invertir los otros US$ 1.000 en Quiena Automática.  

Pasan veinte años y ya están ambos cerca del retiro. Entonces comparan nuevamente el desempeño de su cuenta de inversión con el mercado inmobiliario. Asombrados, descubren que con el dinero que han acumulado en su cuenta de inversión pueden comprar 4 departamentos como el que habitan. Pero llegado este punto, Juan y su pareja ya han entendido que invertir y alquilar es mucho más redituable que comprar. Entonces deciden bajar el perfil de riesgo de su portafolio de inversiones y jubilarse tempranamente.

El sueño de la casa propia no es la única opción (ni tampoco es la mejor)


Este rápido recorrido imaginario por la vida de Juan nos ha demostrado de manera clara las ventajas de invertir en el mercado de capitales por sobre la inversión en el mercado inmobiliario, especialmente si se hace con una herramienta práctica y segura. Pero hay que tener en cuenta que la diferencia de rentabilidad no es la única ventaja. Un portafolio de inversión de Quiena nos ofrece la posibilidad de obtener liquidez en el corto plazo, en caso de que necesitemos todo o parte de nuestro capital para pagar un viaje, el estudio de nuestros hijos o alguna emergencia. Esto es obviamente imposible en el caso de una propiedad, que no solo puede tomar años vender, sino que no es posible vender parcialmente. Aparte, en comparación con los costos de compra y venta de las propiedades, que oscilan entre el 5% y el 10%, los costos de operar una cuenta de Quiena Automática son irrisorios.  

Como dijimos al principio, el tema de la casa propia es algo muy personal que excede lo financiero. Pero es importante saber que invertir nuestros ahorros en comprar una casa no solo no es la única opción, sino que tampoco es la mejor. Invertir en el mercado de capitales a través de Quiena Automática nos permitiría hacer crecer nuestro patrimonio de manera más rápida, más segura y más eficiente. Y en última instancia, la consecuencia de esto será una mejor calidad de vida para nosotros y nuestra familia a lo largo del tiempo.  

Si querés saber cuánto hubieras ganado invirtiendo con Quiena Automática en los últimos años de acuerdo a tus plazos y tu perfil de riesgo, te recomendamos que uses nuestro simulador de inversiones.








Compartir este articulo: Link copiado al portapapeles!